En Puerto Rico hay menos obstetras que municipios y desde esta semana la región este cerró su principal sala de partos, pero el secretario de Salud, Carlos Mellado, no ve problema, ni tiene un plan para remediar la situación.

En otro golpe al campo de salud en Puerto Rico, el miércoles se dio a conocer el cierre de la sala de partos y cuidado intensivo neonatal del hospital HIMA en Fajardo a raíz de falta de ginecólogos obstetras. El mismo ofrecía servicios a personas gestantes de diferentes pueblos del este, así como residentes de Vieques y Culebra. HIMA no respondió las preguntas de Es Mental sobre las razones del cierre de este servicio esencial. 

El presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico, Carlos Díaz, dijo en entrevista radial por Radio Isla 1320 que el cese de servicios responde a la falta de pago por meses al grupo obstétrico que atendía los partos en la institución. 

Y aunque el cierre, que entró en efecto ayer, 1 de septiembre, preocupa a algunos profesionales de la salud ante las posibles implicaciones a la salud de las personas gestantes e infantes (particularmente en el tema de riesgos durante el embarazo y situaciones de partos prematuros), el Secretario de Salud aseguró que a raíz del anuncio se ha creado “un pánico innecesario”.  

Durante una conferencia sobre actualizaciones al Plan Vital, Mellado señaló que en Fajardo se encuentra el Hospital Caribbean Medical Center con cuatro salas de partos disponibles y, asimismo, que tiene a “los dos ginecólogos que más partos hacen en la región”. 

“Incluso en Vieques tenemos a un ginecólogo; tan pronto terminemos la construcción del hospital tendremos la sala de parto. También el Departamento de Salud cuenta con  un contrato de helicóptero de ambulancia aérea y avión, que si es una emergencia en labor de parto, puede llegar a Fajardo en 10 minutos”, sostuvo. 

Sin embargo, este no es lo que piensan otros miembros de la clase médica de Puerto Rico, quienes han sido vocales sobre lo que podría significar el cierre de un espacio como este, el cual en el 2017 había sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud y UNICEF como “Hospital Amigo del Niño”, un reconocimiento que busca proteger y promover la lactancia materna. 

“Me preocupa grandemente la alta incidencia de casos que puede haber en cuanto a muertes perinatales y complicaciones prenatales. La baja es tan grande que la población de Vieques y Culebra que se trata en este hospital va a verse afectada”, dijo a Es Mental la doctora y defensora de los derechos de la niñez, Paulette M. Vélez.

“Para que tengas una idea, una emergencia clínica de un sangrado o hemorragia durante el proceso de parto necesita una atención médica de al menos de 10 a 15 minutos como máximo (de transporte a un hospital); un sangrado va a ser que bebé pierda oxigenación, mamá podría enfrentar anemia o hasta la muerte, y ahora con esto puede ser mucho más complicado”, continuó. 

De acuerdo con la doctora, la situación de no tener un NICU (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales) disponibles para los pueblos de la zona no solo tiene un impacto directo sobre la salud, también en la economía de las familias.

“Al tener que transportarlos, por ejemplo, a Carolina o al Centro Médico, no estamos considerando la capacidad económica de las familias de esas áreas. La mayoría de la población que se beneficiaba de este hospital era de recursos medios o bajos”, afirmó.

De igual manera, dijo que la fuga de profesionales y las jornadas extenuantes que se le asignan a quienes siguen en Puerto Rico, son temas que, de no atenderse con celeridad, seguirán derrumbando al sistema de salud local. 

“Tenemos un déficit a nivel de profesionales de la salud increíble y es por las trabas que tiene el sistema en este momento. El hecho de que tengamos muchos estudiantes de medicina graduándose, pero escogiendo residencias fuera de Puerto Rico porque la parte económica no es competitiva, da mucho de qué hablar. Que hayan de 70 a 100 ginecólogos a nivel isla en una población tan grande, asusta”, sostuvo. 

Mencionó que la falta de pediatras es otro tema que alarma, pues provoca una saturación de servicios en las alternativas existentes.

“Los estamos explotando. Los especialistas también hacen burnout y necesitan sus días libres. Este especialista que trabajaba en este hospital no tenía días libres, estaba haciendo turnos de 24 horas, eso es un riesgo de suicidio en la población de médicos”, concluyó.