La maternidad no se parecía nada a las expectativas que tenía en su cabeza. Tampoco a la maternidad que experimentó su mamá y mucho menos a la de su abuela.  

Para Lucía Ruz, la voz detrás del podcast MujeresMadres, la maternidad llegó con una carga emocional ajena a ella y reflexiones sobre si sería posible continuar con una carrera profesional, aún cuando la norma social reiteraba que una mujer “empoderada” podría con eso y más.

Estas vivencias del diario y la búsqueda constante de conciliación entre lo que la sociedad espera de una madre y lo que esta espera de ella como mamá y profesional, fueron razones suficientes para reinventarse con el proyecto MujeresMadres, que vio luz en enero de 2023 desde un pequeño vestidor de su casa y el cual hoy es tan exitoso que sobrepasa los 50 mil seguidores en las redes sociales. 

Fue a sus 26, y con la llegada de su primera hija, que se interesó por saber todo sobre maternidad, devorando así, relató, todas las lecturas con las que se topaba a su paso. Sin embargo, tras leer y leer todo acerca del parto, la lactancia, la crianza consciente y respetuosa, se dio cuenta que nadie hablaba sobre lo que le pasaba a las mujeres que experimentan la maternidad.

“Fue, entonces, cuando empezó a interesarme comprender qué nos pasa a las mujeres con la llegada de la maternidad. Había leído mucho sobre los hijos. Seguía recibiendo información relativa a los hijos a través de la matrona, en redes sociales, blogs de maternidad, libros, podcasts, pero nada ni nadie hablaba de qué les pasaba a las mujeres”, contó. 

“Yo necesitaba que alguien me explicase qué me estaba pasando. Por qué había invadido mi cuerpo ese instinto animal, por qué había cambiado radicalmente mis prioridades, qué le pasaba a mi cuerpo, y un sinfín de cosas a las que no encontraba respuesta y sobre las que nadie me había hablado antes de ser madre”, continuó. 

También habló de lo que considera una disonancia o conflicto mental cuando las expectativas de la maternidad no están en armonía con lo que se está haciendo o viviendo.

Este choque se da, particularmente, tras las ideas preconcebidas que no están basadas en primera persona, dijo. 

“Están basadas en lo que está socialmente aceptado contar sobre la maternidad. Porque no todo vale, porque hablar con naturalidad sobre las luces y sombras de la maternidad no está bien visto. Y quienes se atreven, son señaladas como malas madres”, enfatizó. 

De igual forma, aseguró que contar historias reales de maternidad no es fácil y tampoco lo es que se insinúe que, por hablar con honestidad sobre todo aquello que como mujer te pasa ahora que eres madre, quieres menos a tus hijos.

Según la española, existe mucha hipocresía alrededor de la maternidad, pues esta no es un camino de rosas. “Los hijos la hacen más fácil. Quererles es fácil. Lo difícil es todo lo demás”, expuso la host de MujeresMadres.

“Que en España 9 de cada 10 excedencias por cuidado familiar sean solicitadas por mujeres, dice mucho”, afirmó. 

En MujeresMadres aborda el concepto de la maternidad moderna, que propone sentar base sobre un nuevo modelo de maternidad para los hijos e hijas y que integra conversaciones importantes como la salud materna, pero además, exponer con honestidad aquello que incomoda, como que la carga de la crianza se asigne a un solo género

“La inclusión del hombre en la crianza es relativamente reciente y, aunque el papel protagonista, al menos en los primeros años de infancia de los hijos, es de la mujer, el padre también tiene mucho que aportar. Ser corresponsable en la crianza es, en mi opinión, una batalla en curso. La carga mental es todavía en gran parte de las madres”, explicó. 

En un momento de su vida siendo mamá por segunda ocasión se dio cuenta que estaba viviendo en una “trampa” y que su cotidianidad se hacía más difícil aún. 

“[…] Un día, volviendo de una reunión con un cliente, conduciendo más rápido de lo que debía porque llegaba tarde a la fiesta de fin de curso de la guardería, me di cuenta que estaba viviendo en una trampa, en una mentira. Que no podía mantener el ritmo de mi carrera profesional a la vez que criar de la forma que yo quería”, sostuvo.

Desde ahí se dio cuenta que lo importante ya no era ser la mujer diez o aquella que lo hace todo. Que lo realmente valioso era el tiempo de calidad que merecían sus pequeñas.