En la actualidad existen múltiples tratamientos para el cáncer de  próstata. Sin embargo, el cáncer de la próstata es una enfermedad que no necesariamente presenta síntomas hasta que está en etapas avanzadas por lo que  la detección temprana es vital para poder seleccionar el tratamiento adecuado y que tenga mejores resultados en el paciente. 

La Dra. Lourdes Feliciano, hematóloga oncóloga del Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico, dijo que a partir de los 50 años, los hombres deben comenzar a hablar con su médico sobre el historial de cáncer en su familia. Hay urólogos que incluso recomiendan comenzar el monitoreo a partir de los 40 años.

Los pacientes que hayan tenido familiares directos, ya sea padres, hermanos, tíos o hijos, con un diagnóstico de cáncer de próstata, aunque tengan menos de 50 años, ya se considera de alto riesgo, coincidió la experta. 

Con estos pacientes, explicó que se lleva un cernimiento combinado, que incluye la prueba de  PSA y el examen digital rectal.

“Es esencial esa palpación que realiza el urólogo lo que le da la oportunidad de determinar si ese PSA está siendo confiable porque (un paciente) puede tener un PSA (prueba del antígeno prostático específico) normal y estar desarrollando cáncer de próstata, porque ya hay unos cambios en la próstata percibibles”, sostuvo la hematóloga oncóloga, quien señaló que el cáncer de próstata es la primera causa de cáncer en hombres y la primera causa de muerte por cáncer en Puerto Rico en los varones.

El diagnóstico definitivo lo da la biopsia, agregó Feliciano. Si la biopsia es positiva se hacen estudios adicionales para saber el estadío o la etapa en que está el cáncer, explicó. También, para saber si el cáncer se ha esparcido a otros lugares del cuerpo, como, por ejemplo, a los huesos.

Según Feliciano, la agresividad de este tipo de cáncer en un paciente depende de la edad, el grado del cáncer y las comorbilidades, entre otros factores. A menor edad, más agresivo el cáncer, explicó.

Indicó que el cáncer de próstata es uno de los tumores de los que se ha evolucionado de manera favorable y que se conoce mucho más su biología, lo que ha permitido el desarrollo de terapias menos tóxicas para los pacientes. 

El tratamiento, no obstante, es individualizado. El tratamiento lo determinan en conjunto el urólogo y el oncólogo luego de estratificar si el cáncer es de bajo riesgo o alto. Dependiendo del riesgo es que se toma la determinación si el paciente solo requiere observación, cirugía, incluyendo la robótica, la radioterapia interna, que consiste de colocar unas “semillitas” o unas cápsula en la próstata, las que contienen radiación, y la radioterapia externa.

También, como este cáncer se alimenta de la testosterona, “la terapia por elección va a ser bloquear la testosterona” por medio de inyecciones o los productos orales de bloqueo hormonal.

La Dra. Feliciano dijo que la quimioterapia también es utilizada para tratar el cáncer de próstata, pero su rol en el paciente ha sido modificado, ya que antes se usaba en un paciente con “mucha enfermedad”, mientras que ahora se usa cuando la cantidad del cáncer está por encima de lo deseado y el tratamiento es corto. Luego, se deja al paciente en terapia de bloqueo hormonal.