Conversamos por Facebook Live con la licenciada Elizabeth Ortiz, madre de víctima, con la doctora Nayda Román, directora de la Comisión para la Prevención del Suicidio, y con el doctor Domingo Marqués, psicologo clínico y catedrático asociado de la Universidad Albizu, sobre cómo prevenir y atender el riesgo suicida, gracias al apoyo de FHC First Healthcare. ¡Sintoniza a través del Facebook de Es Mental o de FHC – Salud Mental!

La experiencia de la licenciada Elizabeth Ortiz frente al suicidio de su hijo hace cinco años ha sido durísima, pero hoy día tiene claro cuál es su misión para con los demás: ayudar en la prevención de suicidio.

Su hijo Daniel tenía 16 años cuando sufrió un accidente de carro que lo mantuvo más de 50 días en el hospital. Era deportista y muy prospectado en el baloncesto y el voleibol, pasiones que quedaron atrás desde ese momento, lo que provocó que perdiera el deseo de vivir, relató Ortiz a Es Mental.

“Después de ese accidente, como tuvo situaciones bien complicadas de dolores, él desarrolló una adicción por la percocet y por los medicamentos”, dijo al añadir que el joven también sufrió de depresión.

Unos años más tarde, cuando tenía 20 años, el joven tuvo otro accidente de carro en la ciudad de Orlando, Florida. Allí estudiaba y trabajaba, pese a que “él nunca quedó bien” del primer accidente.

El accidente ocurrió en una noche lluviosa, luego de que su hijo salió de madrugada de su trabajo. El joven impactó por la parte de atrás a otro vehículo. Se bajó para atender el accidente y una grúa que también venía transitando lo impactó. Como consecuencia de este segundo accidente, su salud física y mental se afectó totalmente y estuvo en hospitales muchas veces, indicó su madre.

“Él me decía que no quería vivir, que no quería vivir. Yo busqué ayuda por todos lados”, recordó.

Un día, ya estando en Puerto Rico, Daniel le dijo a su madre en una llamada telefónica que “ya no quería vivir más, que ya estaba cansado, que, por favor, cuidara a su hijo, que nunca lo abandonara, que no abandonará a su papá que estaba enfermo, y me pidió perdón por todas las cosas que había hecho incorrectas”.

“Y me dijo que yo había sido la mejor madre que un hijo como él pudo haber tenido”, agregó con su voz quebrantada.

Ella le respondió: “Daniel, no, no digas eso, tú sabes que nosotros creemos en Dios”.

Esa noche, Ortiz se encontraba lejos de su casa, pero el instinto maternal le encendió una alarma en su corazón. Comenzó a llamarlo, pero él no le respondía, por lo que le pidió a un tercero que fuera a su casa, quien lo encontró sin vida. Daniel tenía 25 años.

“Me molesté muchísimo con Dios, pero yo digo, bueno, algún propósito Dios tiene con esto Estuve como dos años que no quise ver la autopsia. Fue bien doloroso”, contó. 

A los dos años del fallecimiento de su hijo Daniel, Ortiz se encontró en un avión de Georgia  a Puerto Rico, con un coronel retirado del ejército, que casualmente estaba trabajando en un proyecto especial sobre la prevención del suicidio. Tras ese encuentro, Ortiz comenzó a trabajar en el proyecto del Centro de Servicios Vida y Esperanza en Carolina. Allí ofrecen adiestramientos sobre el tema y cuentan con un área espiritual. Más adelante proyectan que el centro pueda ser uno integral, donde haya trabajadores sociales, psicólogos y psiquiatras.

“La realidad es que nosotros lo que queremos es que, tanto el que tiene las ideas suicidas como la familia que sufrió un evento tan catastrófico como este, tengan una opción de buscar esperanza y de buscar una alternativa para aliviar ese dolor que siente la persona con ideas suicidas. Porque déjame decirte, un suicidio, uno solo, es un montón cuando te toca a ti. Esa es la realidad, porque todo el mundo habla del sucidio, pero la realidad es que hasta que no te toca a ti de cerca tú no empiezas a actuar”, puntualizó.

Vital buscar ayuda

Según el doctor Domingo Marqués, psicólogo clínico y catedrático asociado de la Universidad Carlos Albizu, a nivel clínico existen varias intervenciones basadas en evidencia científica que funcionan para reducir desde pensamientos hasta intentos suicidas. Algunas de estas incluyen modalidades de terapia individual, grupales, y familiares, y algunos ejemplos son las Terapias Cognitivo Conductuales y la Terapia Dialéctica Conductual.

“Toda evaluación de salud mental incluye el auscultar la conducta suicida y las señales de alerta y de riesgo. Algunos profesionales que lo manejan con frecuencia van a ser psicólogos clínicos y escolares, psiquiatras, y trabajadores sociales, entre otros”, explicó.

Indicó que sobre el 70% de las personas suicidas que tienen intentos o mueren por suicidio fueron evaluados por un médico primario. Sin embargo, dijo que “en su mayoría estos profesionales no cuentan con la preparación adecuada de intervención en crisis para conducta suicida”. Por eso, dijo que estos adiestramientos deben ser obligatorios para este grupo, que es el que más acceso tiene a esta población. 

Agregó que los maestros y personal de escuela también deben recibir estos adiestramientos de manera compulsoria también. De igual forma, expresó que las campañas y esfuerzos de prevención se deben comenzar desde la escuela elemental. 

“Niños de 10 años ya mueren por suicidio, pero la mayoría de las escuelas solicitan charlas para intermedia, mayormente por tabú”, aseguró.

Los medios deben mejorar la cobertura pues muchas veces provocan contagio psicológico en las personas vulnerables mientras que perpetúan el estigma del ciudadano común”, añadió.

“El suicidio se debe normalizar y hablarlo de manera irreverente pues sucede todos los días. Casi todas las personas piensan en su muerte y aprenden que es una solución. Además, debemos atender las poblaciones más vulnerables, como niños y adolescentes y hombres adultos, que no reciben atención por el estigma social y el internalizado”, puntualizó.

Estado de situación y otros esfuerzos de prevención

De enero a junio de 2022 han ocurrido 83 muertes por suicidio, certificados por el Instituto de Ciencias Forenses, indicó María Coss, psicóloga clínica y consultora de la Comisión para la Prevención del Suicidio.

Esto representa 23 casos menos en comparación con el mismo periodo en el año pasado.

Coss dijo además que la Comisión hizo un ajuste o estandarización de las tasas de suicidio, lo que les permitió ver que desde 2000 el año con mayor cantidad de suicidios ha sido el 2009, con 9.4 muertes por cada 100 mil habitantes, y el 2020 con la menor cantidad, con 5.8. Sostuvo que estas tendencias son importantes porque son contrarias a lo que se suele asociar con las emergencias de huracanes, terremotos y pandemia que hemos vivido en Puerto Rico.

No obstante la Comisión mantiene alta la guardia porque distingue entre la vulnerabilidad emocional y psicológica de la población, y las tasas de suicidio, dijo Coss.

Indicó que en Puerto Rico mueren en promedio más de 294 personas por suicidio al año.

“Ese es el promedio, y si nosotros queremos calcular ese promedio, al tiempo podemos decir que, por lo menos, cada 29 horas alguien se quita la vida en Puerto Rico”, explicó.

Coss mencionó que las regiones con mayores tasas de sucidio son la de Aguadilla, Mayagüez y Caguas. Dijo además que los tres municipios con las tasas más altas son Aibonito, Orocovis y Adjuntas.

“Eso ubica estos municipios del centro de la Isla en una situación al altísimo riesgo de suicidio”, sostuvo.

Dijo que la Comisión, junto al hospital CIMA, estarán llevando unas estrategias dirigidas a que las personas en estos municipios puedan conocer los servicios físicos y mentales que se ofrecen en esta institución hospitalaria, además de otras alternativas de búsqueda de ayuda, como la Línea PAS de emergencias de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca).

Los suicidios siguen afectando a hombres y mujeres en Puerto Rico, pero los más afectados siguen siendo los hombres. Según Coss, las tasas en hombres pueden llegar a 28 por cada 100 mil habitantes y en el caso de las mujeres no llegan a dos.

A diferencia de Estados Unidos, en Puerto Rico los suicidios no ocurren principalmente a través de armas de fuego, sino por ahorcamiento, dijo en relación al método. 

*Si usted o un ser querido necesita ayuda emocional puede comunicarse a la Línea PAS al 1-800-981-0023 que está disponible 24 horas al día, siete días a la semana.