Estar en conexión continúa con el celular, sentir la necesidad de contestar llamadas, mensajes y correos electrónicos con prontitud, puede afectar el vínculo entre los padres y sus hijos. 

Según la psicóloga clínica, Gilliam Torres, los padres y madres tienen la responsabilidad de responder a las necesidades físicas y emocionales de sus hijos. Esto incluye darles la atención y cariño necesario para su desarrollo emocional saludable. Pero, “estamos continuamente conectados y eso tiene tanto beneficios como riesgos”.

En términos generales, el celular es una herramienta útil que permite acortar distancias y  estar en contacto con personas de todo el mundo. Además, combina aplicaciones que permiten capturar y compartir momentos con seres queridos y amistades. De igual forma, brinda acceso a una gran cantidad de información.

Sin embargo, el uso excesivo de estos aparatos electrónicos puede generar alta dependencia y un sentido de desconexión con la realidad, afectando las relaciones, incluyendo la de padres e hijos. 

“Una de las metas como padres es poder estar presentes en la crianza de los hijos. De igual forma, los hijos tienen la expectativa de contar con la atención de sus padres. Los niños también tienen la expectativa de que el tiempo libre [que tienen los padres] -como los fines de semana- es para compartir con ellos [compartir en familia]”, señala la psicóloga. 

En ese tiempo de compartir en familia, Torres menciona que los niños quieren hablar, jugar y recibir atención. Sin embargo, “cuando los padres están en el celular -aunque sea inconscientemente- envían un mensaje a los niños de que hay otras cosas más importantes en el momento. Envían un mensaje de que sus interacciones [las de los niños] no son oportunas o deseadas”.  

En consecuencia, los niños pueden comenzar a buscar atención de otras maneras, “aunque no sea de forma positiva o a través de acciones de resentimiento”. Por ejemplo, la doctora comenta que pueden correr cuando no se le es permitido, treparse en las sillas, llorar, entre otras acciones. También, “hay otros niños que podrían dejar de buscar esa interacción porque saben que probablemente no se les va a prestar atención”, señala Torres. 

Según la psicóloga clínica, usar en exceso el celular puede afectar los vínculos afectivos en la adultez, ya que establece barreras en la comunicación familiar, influye en cuán seguros los niños se sienten ante esa persona que responde a sus necesidades y “puede ponernos en riesgo de entrar en un acto de negligencia”.

Por eso, Luz Cruz, docente en el sistema de educación pública, opina que dedicar más tiempo al celular que a los hijos “debe ser considerado un tipo de maltrato porque los padres son responsables de cuidar y darle la atención necesaria cuando están con ellos”. 

Cruz señaló que recurrentemente, nota que los padres “descuidan el aseo personal de los niños, no están pendientes de que [los estudiantes] hagan las tareas, olvidan visitar la escuela y buscar el reporte de notas”, entre otras cosas. Al hablar con sus estudiantes, “los mismos niños te lo dicen. ‘Es que mami [o papi] estaba en Facebook, en Instagram o en Whatsapp’ y esa es la excusa que dan por no haber hecho la tarea”. 

Este hecho, queda confirmado cuando cita a los padres a su salón. Mientras trata de conversar con ellos sobre el desempeño de sus hijos, “los padres y madres están pegados en el celular. Incluso, una vez una mamá me interrumpió para mostrarme el meme del momento”, manifestó Cruz. 

De igual forma, considera que muchas veces los padres que siempre están usando el celular tienen dificultad para socializar en persona. “Te das cuenta porque tienen problemas para comunicarse”, destacó Cruz. 

Según Cruz, estos problemas en el lenguaje y el habla también se ven reflejados en los niños, ya que “los niños están metidos en los aparatos electrónicos porque los padres también están metidos [usando el celular]”. 

Por eso, Torres considera que los padres deben tomar en cuenta “el impacto el modelaje que le damos a nuestros hijos cuando estamos pegados al celular. Muchas veces vemos que cuando son adolescentes, se encierran y también están en el celular”, puntualizó la doctora.

En un artículo publicado por la Revista Electrónica Teoría de la Educación. Educación y Cultura en la Sociedad de la Información, Jesús Martín Barbero colombiano y teórico de la comunicación, concluye que “tanto la escuela como la familia atraviesan la misma crisis que erosiona a las grandes instituciones de la modernidad, son los medios de comunicación y las tecnologías de la información -del cine y la radio a la televisión, los cómics, la videomúsica, los videojuegos e internet- los que están socializando a los adolescentes, ya que son esos medios los que actualmente les proporcionan modelos y pautas de comportamiento”.