Aunque el uso de mascarillas, lavado de manos, distanciamiento físico y la vacunación, en conjunto, se han convertido en las medidas claves para prevenir el COVID-19, cada vez menos personas acuden a los centros de vacunación en la Isla.
Para ser precisos, las estadísticas actuales del Departamento de Salud de Puerto Rico sostienen que solo 1.8 millones de ciudadanos cuentan con las dos dosis de la vacuna completamente administradas, lo que equivale a un 56% de la población. ¿A qué se debe? Es Mental habló con expertas sobre el tema.
La resistencia a la vacunación no es un aspecto nuevo y ni exclusivo en Puerto Rico, ya que según la neumóloga pediatra, Mariola Rivera Reyes, desde la invención de las vacunas la sociedad ha mostrado su aversión a lo desconocido. Incluso, antes de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró “un tipo de emergencia’’, al notar una merma en vacunaciones, aseguró la experta.
“Esto ha durado lo mismo que ha durado la vacunación en la historia humana. Lo único que ha cambiado un poco ha sido el perfil en sí de las personas que forman parte de los grupos’’, dijo, al tiempo que destacó varios puntos que podrían influir en la indecisión actual.
Entre estos figura la falta de discernimiento y la manera en la que se difunde la información a través de los medios de comunicación y las plataformas sociales, material que muchas veces carece de datos científicos. Como resultado, “va socavando la confianza de la población’’ .
“Un ejemplo claro es lo que están haciendo con los números que están reportados al CDC, y el equivalente del CDC en Europa, sobre los eventos (efectos secundarios) que ocurren en una persona después de una vacunación’’, detalló.
Agregó que, la innovación tecnológica también ha llegado a crear desconfianza en la gente. ‘“Dicen: ‘Lo hicieron demasiado rápido, eso no es así’’. La tecnología avanzó y no solo eso, se llevaba años trabajando una vacuna para el SARS 1’’, sostuvo.
La creencia de que la pandemia culminó, tanto en Puerto Rico como en el mundo, podría provocar entre los ciudadanos un estado de confianza y que “bajen la guardia’’ ante la llegada de nuevas variantes del coronavirus, según la epidemióloga Roberta Lugo Robles.
“Muchos puertorriqueños creen que ya la pandemia acabó, desde que llegó la vacuna. Ciertamente lo que podría pasar y este es uno de los escenarios, es que las personas se confíen, no hagan las prácticas y volvamos a este patrón que vimos en marzo pasado de alto número de contagios, hospitalizaciones y sinnúmero de brotes’’, comentó.
Lugo Robles mostró su preocupación en relación con que, aún en la isla, no se ha logrado el umbral para alcanzar la inmunidad colectiva y erróneamente se ha creído lo contrario.
“Al no llegar a ese umbral, y cantamos victoria antes de tiempo, esto nos podría rebotar negativamente y eso es lo que más me preocupa como salubrista. Vemos noticias de que ‘’Tal municipio llegó a su inmunidad de rebaño’’, eso es muy bueno, son metas que se celebran, pero no es el final del camino y hay que ser bien cuidadosos con ese mensaje’’, subrayó.
La salubrista destacó que, pese a que el mundo continúa trabajando titánicamente para lograr la vacunación de todos, a este punto (en el que quedan personas vulnerables a contagiarse), muchas entidades a nivel internacional como local deben redirigir los esfuerzos y campañas para ir cerrando la brecha actual.
En el caso del país y su nueva orden ejecutiva, que entró en vigor el pasado 5 de julio y delega la responsabilidad del manejo de la pandemia al Departamento de Salud de Puerto Rico, Lugo Robles recordó la importancia de continuar priorizando las iniciativas dirigidas a la vacunación.
“Ciertamente debemos tener flexibilizaciones, pero también tenemos que ser conscientes del riesgo de que no todo el mundo está vacunado. Probablemente 5 de cada 10 personas solamente estén vacunados. Seguimos teniendo riesgos y reportando brotes dentro de nuestras comunidades’’, expresó.
Por su parte, Rivera Reyes recordó al público que para protegerse efectivamente contra la enfermedad se requiere de varios factores, que incluyen la vacunación, así como el uso de mascarillas, el distanciamiento y lavarse las manos.
“Lo que ha funcionado hasta ahora es la combinación de estas’’, concluyó.
Iniciativas contra el COVID-19
Muchos profesionales y entidades, tanto sin fines de lucro como privadas, se han organizado para crear campañas educativas a la hora de prevenir y evitar más contagios del COVID en la Isla.
Tal es el caso de Aquí Nos Cuidamos, una iniciativa creada por científicos y expertos en comunicación en la cual, de forma digital y gratuita, comparten contenido educativo y comunitario para aclarar dudas y derribar mitos sobre el COVID-19 y la vacunación.
De igual forma, la coalición multisectorial, VOCES PR, desde inicios de la pandemia ha creado campañas masivas de vacunación y de información significativa para comprender la peligrosidad del coronavirus.
Por otro lado, centros educativos privados y públicos se movilizaron para vacunar a sus estudiantes y miembros de la comunidad universitaria de cara a un nuevo semestre educativo.
La lista continúa e incluye centros de vacunación manejados por el Departamento de Salud y la Guardia Nacional de Puerto Rico, farmacias locales y de renombre, así como otras compañías.