Los celos no son una muestra de amor, sino que una dinámica dañina y no saludable que se supone que no se dé en las relaciones de amistades, familiares ni amorosas, especificó la psicóloga Roxana Calderón Salas

Las personas que romantizan los celos presentan inseguridades, sobreromantizan las relaciones de pareja, tienen una visión del amor como un acto de posesión y sostienen falta de confianza hacia las personas, explicó la experta. Las repercusiones de idealizar este tipo de conducta son la presencia de la desconfianza entre las dos personas de la relación, y afecta negativamente la dinámica de la pareja, puntualizó.

En las relaciones hay pilares que formalizan y endurecen ese enlace: la comunicación, el respeto, los planes futuros, la sexualidad, la afectividad y la confianza, siendo este último uno de los más importantes. “Una relación es como un edificio, si uno de estos pilares no está bien construido, corre el riesgo de caerse”, dijo Calderón Salas al indicar que la falta de confianza es uno de los factores que motivan el romantizar los celos e incluso el ser una persona celosa. 

Por su parte, la psicóloga clínica María Rodríguez Vidal añadió que, según su experiencia clínica, muchas personas asumen que en lugar de ser inseguridad, los celos representan que uno le importa a la otra persona y lo justifican diciendo que es porque la persona está muy interesada en él o ella y hasta considera que es porque la persona no quiere perder esa relación. “Muchas personas piensan que si no hay celos, no le importas lo suficiente a la persona”, dijo la también sexóloga. 

Sin embargo, lo que recae detrás de ese comportamiento es una tendencia de control, subrayó. Los celos usualmente van en escala. O sea, poco a poco incrementan hasta que la persona termina aislada o sola, simplemente para evitar problemas con su pareja, advirtió Rodríguez Vidal.

Las infidelidades tanto en relaciones de pareja pasadas o dentro de su familia, crean resentimiento que se arrastra a través de la vida, lo que puede provocar la romantización de los celos o el ser excesivamente celoso o celosa, añadió Calderón Salas. Provoca un mecanismo de defensa incómodo, seguido por baja autoestima, autoimagen y autoeficacia, aseguró. 

A esto, Rodríguez Vidal añadió que en muchas ocasiones está asociado a problemas de inseguridad o necesidad de atención. 

La persona que experimenta celos va creando realidades alternas en su mente que le causan malestar e inseguridad constante. Estos pensamientos recurrentes pueden provocar sentimientos de ira, depresión, ansiedad, coraje y frustración, entre otros. Incluso, pueden resultar en conductas obsesivas, compulsivas o de acecho. Mientras esto incremente, puede llegar a ser un riesgo para sí mismo o para las personas que están involucradas. Es decir, la pareja de la persona. 

Según el escritor francés, François de La Rochefoucauld, los celos se tratan más sobre el amor propio que del amor hacia la otra persona. Similarmente, la Universidad de Rochester, puntualiza que tanto los celos como la envidia son avivados por la percepción de que el «ganador» tenía una ventaja injusta. Las personas celosas y envidiosas se encuentran constantemente pensando en la misma situación y preguntando cuándo llegará su «turno» de reconocimiento.

Mientras, la Universidad puntualizó que cuando los celos son en pequeñas dosis, no necesariamente implican un daño. De manera similar, según la trabajadora social Insha Rahman, indica que los celos leves son una emoción humana natural que puede ser saludable, siempre y cuando se aborde cuidadosamente.

Estableció, que en muchas ocasiones los celos resaltan una necesidad por comunicarse o subrayan la falta de comunicación efectiva. Sin embargo, de no trabajarse, puede empeorar e incluso implicar un daño para la relación y sus integrantes, convirtiéndola en tóxica o dañina. “Cómo uno reacciona a los celos y a sus propias sensaciones de inseguridad pueden hacer o deshacer una relación”, dice la profesional.

En este marco, el primer paso debe ser buscar ayuda, hablar sobre la situación con su pareja y con amistades o familiares para encontrar la raíz de esta desconfianza, presentó Calderón Salas.

Romantizar los celos es una red flag, se trata de una inquietud a la hora de qué hace su pareja cuando no están juntos”, dijo Calderón Salas al establecer que una de las manifestaciones más comunes son las llamadas impulsivas, seguidas por interrogatorios. Por este motivo, propuso que las personas hagan un trabajo de introspección para saber cómo buscar ayuda y que estos problemas no les afecten en futuras relaciones, propuso.

Por su parte, Rodríguez Vidal entiende que la parte más importante para evitar romantizar los celos es la comunicación asertiva y efectiva dentro de la relación. Explicó que es esencial hablar sobre lo cada uno quiere, lo que busca y lo que espera en esa relación.

Asimismo, subrayó la vitalidad de expresar los comportamientos o acciones que les disgusta o no les hacen sentir seguros en la relación para no darle paso a los celos como protagonista de la relación.