Conversamos por Facebook Live con el Dr. Dimas Javier Tirado, psiquiatra de niños y adolescentes, y el trabajador social clínico Luis Ibrahyn Casiano, sobre cómo entender la mentalidad de los jóvenes para mejorar la comunicación entre padres e hijos, gracias al apoyo de FHC First Healthcare. ¡Sintoniza a través del Facebook de Es Mental o de FHC – Salud Mental!
Conocer la mentalidad de los jóvenes de hoy y por qué son como son es fundamental para lograr una buena comunicación entre padres e hijos.
La forma en que se comporta y vive su vida esta población tiene muchas explicaciones, entre ellas la parte científica. Sin embargo, el contexto social, político y económico en el que han crecido y en el que viven también juega un rol importante en cómo son, según expertos entrevistados por Es Mental.
Según el psiquiatra de niños y adolescentes Dimas Javier Tirado, estudios científicos han demostrado que la parte prefrontal del cerebro, que es la que tiene injerencia en la toma de decisiones, no se desarrolla completamente como hasta los 25 años. Por eso, hay muchos jóvenes que son impulsivos o tienen problemas con el control de impulsos. Además, dijo que durante la adolescencia es que las personas tienden a experimentar, incluyendo sustancias o drogas.
Pero más allá de la parte científica, que siempre ha sido parte de esta etapa del desarrollo, Tirado dijo que los adultos consideran a los jóvenes de hoy como más liberales y con una perspectiva de vida muy diferente.
“Todas las generaciones vamos a tener una perspectiva de acuerdo a la experiencias que hemos tenido en el pasado. Así que los jóvenes de esta época, que se han criado en austeridad por una depresión económica, las repercusiones del huracán María, de los terremotos y de la pandemia. Es una generación del famoso ‘yo no me dejo’, ‘yo no me quito’. Una generación de armas tomar, que se podría decir que que no le tiene miedo a muchas cosas que quizás otros jóvenes le tenían miedo en el pasado. Bien vocal, una generación que se ha criado con redes sociales y para ellos es bien común expresar lo que sienten”, describió.
Ante este panorama, Tirado recomendó a los padres escuchar a sus hijos para entonces poderlos entender.
“Tratar de entender cómo piensa, cuál es la jerga, su idioma, por decirlo así, qué palabras utiliza, cuáles son sus prioridades en este momento, porque muchas veces los padres y los adultos vemos la vida desde nuestra perspectiva y, quizás, para un joven, pues va a ser completamente diferente”, expresó.
Agregó que más allá de “sermonear” a los hijos, los padres deben hablarles con mucha empatía, ayudarlos y apoyarlos.
Asimismo, aconsejó a los padres a tener presencia en las redes sociales que utilizan sus hijos y tratar de entenderlas.
“Eso nos va a hablar mucho de cómo piensan los jóvenes en estos días”, aseguró.
Tirado también recomendó a los padres escuchar la música que escuchan sus hijos, también de una forma empática. Dijo que más allá de las palabras soeces o irrespetuosas que puedan estar presentes en las canciones que escuchan, se debe buscar el mensaje que los jóvenes quieren transmitir a través de ellas.
“De nada nos sirve tratar de prohibir cierto tipo de música a nuestros jóvenes porque la van a terminar escuchando en algún momento. Ellos van a la escuela. Siempre le digo a mis padres que sería iluso pensar eso de que a mis hijos los crío, porque no solamente nuestros hijos se crían por nuestros valores y nuestras influencias. Ellos van a la escuela. Ellos tienen influencias de otros jóvenes, tienen influencias de otros adultos, como maestros, maestras, pastores, etcétera. Es bien importante quitar nuestras gringolas de pensar de que podemos prohibirle ciertas cosas y podemos tratar de criarlos en esta caja de cristal cuando eso no es real”, sostuvo.
Por su parte, el trabajador social clínico Luis Ibrahyn Casiano aconsejó no invalidar, por ejemplo, el uso de las plataformas digitales por parte de los jóvenes, ya que esto imposibilita crear un canal de comunicación para educar. Dijo que la invalidación debería ser sustituida por el acompañamiento o la explicación de hasta dónde puede llegar a través de las plataformas digitales y cómo estas pueden afectar su visión del mundo.
Mencionó además un ejemplo en donde a un joven de su familia se le prohibió escuchar reguetón, sin embargo, en ciertas instancias él le permitió que la escuchara junto con él, momento en el que aprovechó para explicarle que “las relaciones humanas no se fomentan, traspasando la integridad con la dignidad del ser humano, de que no necesariamente alcanzar el éxito en la vida es por cuántas pacas de billetes podamos contar, como dicen las canciones”.
“Si no hubiera tenido esa oportunidad de esa flexibilización, yo no hubiera podido explicarle, la visión del mundo real y tal vez en algún momento su grado cuenta que no era así. Pero también existía la posibilidad de que nunca, o muy tarde, se hubiera percatado de que esa no era la realidad del mundo. Y eso consigo hubiera traído unas consecuencias posiblemente negativas en su desarrollo o en sus interacciones con otras personas dentro de su desarrollo”, sostuvo.
“No es decirle eso no está bien, sino es como tú lo interpretas, por qué tú lo interpretas de esa forma. Porque si a la misma vez queremos orientar o reorientar, también tenemos que conocer porqué lo piensa, cómo ha llegado a deducir eso, porque también se trata del entendimiento. No se trata de simplemente poder educar a nuestra imagen y semejanza o dentro nuestro criterio del mundo”, puntualizó.