Con consecuencias que van desde la depresión, adicciones, enfermedades cardiovasculares, demencia y hasta el impacto a la economía, el aislamiento social es un tema que preocupa a los profesionales de la salud en Estados Unidos y Puerto Rico.
Tras investigaciones científicas que subrayan la influencia que tienen el aislamiento social y la soledad en la salud y la economía de los ciudadanos, se llevó a cabo en Puerto Rico el Simposio de Aislamiento Social y Soledad en Puerto Rico con la participación de la investigadora y profesora de psicología y neurociencia de Brigham Young University, Julianne Holt-Lunstad.
De acuerdo a Holt-Lunstad aunque mucho antes de la pandemia la situación preocupaba a los profesionales por su efecto a la salud pública y a las poblaciones de adultos mayores, el tema exacerbó tras la pandemia del COVID-19 y trastocó, asimismo, a otra demografía como niños y adolescentes, con efectos a la salud emocional, educacional y a su manera de desarrollarse en sociedad
«Es crítico reconocer que los humanos somos seres sociales y todos necesitamos de otros, nadie es inmune a eso. Pero hay ciertas poblaciones que se ven significativamente afectados y para entender las causas, debemos entender esas poblaciones. Hay unas que necesitan más atención’’, mencionó la doctora a Es Mental.
Mencionó también la importancia de entender el problema y lograr los esfuerzos necesarios para mitigarlo.
«Una de las cosas que puedo mencionar es que yo he estado investigando el tema por dos décadas y se ha estudiado por más tiempo que esto. No es un problema nuevo, pero es una oportunidad crítica para actuar. Para hablar de soluciones, tenemos que coordinar esfuerzos que sean sostenibles e involucren a la sociedad’’, sostuvo en entrevista.
De acuerdo con la evidencia científica recopilada por la profesora y sus colegas el aislamiento social tiene un impacto directo a la salud física con repercusiones de carácter físico como enfermedades cardiovasculares, derrames, diabetes tipo 2; cognitivas como demencia y Alzheimer; emocionales y conductuales como depresión, ansiedad, adicciones y pensamientos suicidas; y económicas como efectos a la productividad, ausentismo y más de 6 mil millones en gastos médicos.
«Los hallazgos sugieren que la soledad incrementa el riesgo de muerte prematura (cardiovascular) en un 27 por ciento, el aislamiento social en un 29 por ciento y vivir solo en un 32 por ciento’’, expuso Holt-Lunstad durante su presentación.
Por su parte, Roberto García Rodríguez, presidente de Triple S aseguró que el tema debe trabajarse desde un enfoque integral y se requiere de la participación de muchos sectores, trabajando en colaboración, como antídoto a esas consecuencias.
El foro, organizado por la compañía Triple S, reunió también a Melissa Marzán, principal oficial de epidemiología del Departamento de Salud, José Novoa Loyola, principal oficial médico de Triple S; Sonia Cepada, decana de asuntos académicos de al Universidad Carlos Albizu y José Rodríguez Orengo, director ejecutivo de Puerto Rico Public Health Trust, quienes discutieron el panorama actual en la Isla y coincidieron en la falta de datos para gestionar adecuadamente el problema.
«Para poder establecerlo como un problema de salud pública en Puerto Rico hay una infraestructura que todavía no tenemos lista y creo que desde la perspectiva de salud publica y la parte epidemiológica hay que primero definir el problema y con eso poder establecer y levantar datos para poder entenderlo y saber la magnitud del problema’’, destacó Marzán.
Cepeda añadió por su parte que, aunque no existen datos estadísticos coherentes, los profesionales tienen recursos clínicos de cómo esto afecta la población y cómo culturalmente se reflejan y se adaptan a la cotidianidad de los puertorriqueños.
«Si bien es cierto lo que trae la doctora Holt-Lunstad sobre que somos seres humanos sociales y nuestro cerebro está alambrado a la interacción social, en Puerto Rico tenemos que ver también el aspecto cultural de lo que significa vivir en comunidad y esos datos también los tenemos que recoger’’, sostuvo.
Finalmente, Marzán destacó que en futuro se puede comenzar a incluir, en las encuestas poblacionales, el tema del aislamiento.
«Eso nos daría una visión en Puerto Rico de lo que está pasando. Puede ser muy sencillo, pero es parte de lo que se tiene que levantar para tener una idea más clara de la situación en Puerto Rico’’, puntualizó.
Para finalizar el evento, Triple S presentó su nueva campaña educativa sobre el tema.
«Aparte de crear consciencia queremos pedir que se unan a esfuerzos dirigidos a la acción concreta. Mientras más nos adentramos en el tema, más convencidos estamos de su relevancia e importancia para la salud pública’’, comentó García Rodríguez.