Las series vía streaming o televisivas son una fuente de diversión para muchas personas, quienes pueden pasar horas de capítulo en capítulo.
Estas pueden influir directamente en el estado de ánimo, inspiración, forma de vestir, hablar y expresarse, convirtiéndose así en un personality trait durante los meses en los que el auge de la serie esté vigente.
Pero todo uso en exceso puede afectar a las personas, aseguró el especialista en temas de tecnología, el doctor Andrés Cruz Santos. En la actualidad, los métodos de entretenimiento han evolucionado desde los últimos 20 a 30 años, puesto que las personas encuentran más accesible sentarse a ver la televisión.
“Al tener dispositivos como los teléfonos, tabletas y computadoras, y tener también medios más accesibles para poder ver este tipo de televisión, ha habido un aumento entonces en el consumo de plataformas de streaming”, explicó.
Dijo que, como todo, se debe estar consciente, ya que si una persona no tiene control de ese uso, en el caso de las plataformas streaming, se podrían afectar sus responsabilidades laborales, tareas escolares o de la universidad.
En el caso de los niños, y de acuerdo con las etapas de desarrollo del cerebro, tal vez consuma o vea contenidos que ciertamente no pueda comprender.
“Sabemos que poder controlar lo que los niños ven a nivel de streaming es un poco complicado, a menos que pongas el control parental. Pero si el niño tiene un teléfono o tableta, tal vez tenga más acceso”, afirmó.
“Sin duda alguna ningún niño tiene la madurez emocional para poder entender esas dinámicas que puede ver en el internet o en streaming”, agregó.
En concordancia, el doctor Miguel A. Colón explicó que entre los efectos negativos, existe el término binge watch, que hasta hace unos cinco a diez años no existía porque la dinámica de las plataformas se basada en episodios semanales, mientras que en la actualidad se pueden ver en un solo día.
“Se convierte en un problema cuando uno abandona las tareas ordinarias para quedarse, porque al final no te estás moviendo y no estás haciendo cosas productivas”, explicó.
Sobre el llamado binge watch, la literatura científica hace énfasis en que su versión más desmedida podría tener similitud con adicciones conductuales, como la adicción a los videojuegos o el internet.
Un artículo sobre este tema habla de que el consumo de contenido en herramientas de streaming debería ser balanceado. De lo contrario, se podría caer en el error de pasar gran parte del día frente a las pantallas.
Por lo que es importante tener en cuenta que el uso desmedido puede representar un riesgo, recuerda este escrito.
De otra parte, Colón expuso que en el caso de los niños y adolescentes, esta población busca emular lo que son sus ídolos o ejemplos a seguir, muchas veces protagonistas de estas series y películas.
Sostuvo que varios estudios han demostrado que todo lo que consumimos afecta directamente las emociones y cómo las personas se sienten, para bien o para mal.
Explicó que en el caso de personas que han pasado por traumas, si ven una escena en una serie que les recuerde lo que vivieron, hay una probabilidad de que esa persona pueda revivir el trauma que experimentó en su vida.
No obstante, en el lado positivo, algunas series o películas de comedia cinematográfica y/o ciencia ficción, puede incentivar a que un individuo se sienta mejor y que sus emociones sean diferentes.
“En la medida de lo posible no solamente consumir, películas o series que sean solamente para pasar el rato, sino también que nos puedan dejar una enseñanza dentro de lo posible”, aconsejó.
Recomendaciones
Los profesionales coincidieron en que en el caso de la población de niños y adolescentes la supervisión de los padres, madres y cuidadores es de suma importancia a la hora de saber qué tipo de contenido existe y es visto por los menores en estas herramientas.
“Los padres deben saber que todo tipo de serie y películas tiene una clasificación. Esas clasificaciones se dividen entre el contenido todo tipo de público, otras para mayores de 17 y otras para adultos», explicó Colón.
Además reiteró que aunque hay muchas series que tienen figuras animadas, no necesariamente son para niños.
“La recomendación más importante es la supervisión directa por parte de los adultos, si ellos no se involucran, los niños van a ver lo que les da la gana”, puntualizó.
Para los adultos, se exhortó al control del tiempo y la elección de contenido que aporte y no reste.
.