La noticia de que el secretario del Departamento de Salud, Dr. Carlos Mellado, designó al doctor, ex senador y ex alcalde de Salinas Carlos Rodríguez Mateo como el nuevo Administrador de Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA) ha pasado por desapercibida en la prensa del país. Sin embargo, esta designación es sumamente preocupante y debe ser repudiada por todos los sectores que trabajamos con la conducta humana. 

El Dr. Rodríguez Mateo no solo tiene en su trayectoria alegaciones de corrupción cuando era alcalde de Salinas, sino que también como Senador abogó porque las cenizas de AES en Peñuelas permanecieran en Puerto Rico si se consideraban no tóxicas. Además, como indicara la presidenta del Colegio de Profesionales del Trabajo Social, Maribel López Ortiz, el designado “no posee preparación en el campo de la conducta humana desde una perspectiva psicosocial y salubrista como necesitan estos pacientes.”

Este es un momento histórico medular para nuestra ciudadanía por el aumento vertiginoso de problemas de salud mental. Estos problemas de salud mental han sido exacerbados por las condiciones socio-económicas que vive nuestro país. La crisis económica, la secuela de los huracanes Irma y María, los terremotos, la pandemia del COVID-19 han disparado una epidemia de problemas de salud mental predecible y apremiante. El oponerse a este nombramiento es un asunto de derechos humanos impostergable. Además, debemos abogar porque el Secretario de Salud nombre una persona experta en conducta humana y en el desarrollo de estrategias de prevención, y que tenga el entendimiento pleno de cómo los determinantes sociales de la salud aportan al deterioro de la salud mental del pueblo. En este rol, esta persona debe abogar por la erradicación de la pobreza infantil y debe oponerse a medidas sociales que sean detrimentales para nuestra gente, incluyendo las medidas de austeridad de la Junta de Control Fiscal.

Aquí algunas otras acciones y propuestas para la persona designada. Esperamos que el Dr. Mellado reconsidere este nombramiento y se reúna con organizaciones profesionales y expertos y expertas en conducta humana para realizar un nombramiento de consenso.

  1. Crear consejo asesor de organizaciones profesionales que trabajan con salud mental y áreas relacionadas (ej. Asociación de Psicología de Puerto Rico, Colegio de Profesionales de Trabajo Social de Puerto Rico). Este consejo debe tener la misión de ofrecer consultoría al Administrador en cuanto a la dirección de la agencia, enfoques de intervención, entre otras cosas.
  2. Generar alianzas con programas graduados de psicología, trabajo social y consejería para llevar a cabo investigaciones que informen las acciones de la agencia y para diseñar y evaluar intervenciones para atender las necesidades de las poblaciones que ASSMCA atiende. 
  3. Abogar al gobierno central y a la Legislatura para que provean mayor financiamiento a organizaciones de base comunitaria que trabajen con asuntos como abuso y maltrato de la niñez, violencia en contra de las mujeres, personas sin hogar, entre otras poblaciones y problemas sociales que afectan la salud mental de las personas.
  4. Crear comité asesor para asuntos de cambio climático y calentamiento global. Este grupo debe ser interdisciplinario, contener como integrantes líderes comunitarios y debe diseñar no sólo planes para responder a necesidades después de las catástrofes, sino que debe crear planes para preparar a las comunidades para estos eventos. Considerar el modelo de promotoras de salud, implantado en diversas partes del mundo, para tener personas de la comunidad capacitadas en proveer primeros auxilios psicológicos.  Además, debe evaluar los planes de respuesta de ASSMCA y sus divisiones y como estos están coordinados. La respuesta efectiva a las necesidades de nuestras comunidades en momentos de desastres requiere líneas claras de comunicación, intervención y evaluación de las mismas.  
  5. Llevar a cabo estudio epidemiológico a nivel Isla para conocer tasas de prevalencia de problemas de salud mental y problemas de adicción y variables asociadas como edad, nivel socioeconómico, género, entre otras cosas.
  6. Apoyar y abogar por un plan decenal de erradicación de la pobreza en la niñez (0-18 años). Esto en consultoría con el Instituto de Desarrollo de la Juventud y organizaciones que han firmado la petición de este plan. Esto con el conocimiento de que la pobreza es un factor clave en el inicio y mantenimiento de los problemas de salud mental y en el acceso a servicios de calidad.
  7. Crear un programa de psicólogos y trabajadores sociales clínicos que trabajen con la Policía en intervenciones donde haya sospecha que la persona implicada pueda estar presentando problemas de salud mental. Estos profesionales de la salud mental podrían ayudar a desescalar la situación y prevenir intervenciones violentas. En Florida existe un modelo que se llama el Mobile Unit que hace este trabajo y ha sido muy efectivo.
  8. Adiestrar a la Policía en asuntos de salud mental, en particular como reconocer personas que estén presentando síntomas de problemas de salud mental y que puedan discernir el tipo de ayuda requerida por la persona. 
  9. Trabajar en alianza con la Policía  para ofrecer adiestramiento, talleres y educaciones continuas a sus agentes. En estos espacios se educaría sobre intervenciones empáticas, saludables y adecuadas con personas con problemas de salud mental, víctimas de violencia doméstica, abuso sexual, y maltrato infantil, entre otros. De igual forma, crear un sistema de coordinación interagencial en donde, en los casos que sea necesario, la Policía refiera directamente a programas y servicios que puedan ser de ayuda a personas que presenten situaciones como las mencionadas. 
  10. Abogar a nivel de gobierno central y Legislatura por la creación de un programa de salud integral en las escuelas en donde haya profesionales de psicología y enfermería para atender las necesidades del estudiantado y el personal escolar.
  11. Reconociendo el trauma que experimenta la población, el cual surge de las condiciones sociales en las que vivimos por décadas y que se ha acentuado en los últimos años por los eventos recientes, urge la creación de programas de educación y prevención que orienten sobre los efectos del trauma, cómo se manifiesta y cómo podemos atenderlo. Esta información debe ser accesible al público en general como estrategia para atender un mal colectivo y del que hay muy poca información disponible para la ciudadanía. 
  12. Crear programas y alianzas que trabajen junto con el Departamento de Educación y hagan disponible a sus maestros, personal escolar y administrativo, así como a los estudiantes adiestramiento para una Educación Basada en Trauma. 
  13. Crear alianzas comunitarias con comercios y otros espacios que sirvan de enlace para coordinar esfuerzos para personas en necesidad de servicios que la agencia pudiese ofrecer. Algunos de esos espacios pueden ser farmacias, salones de belleza, agencias de transporte, entre otros. En lugares como Francia, Alemania y Uganda existen esfuerzos similares en donde estos lugares funcionan como enlace para el acceso de servicios de apoyo a víctimas de violencia doméstica. 

La salud mental de nuestra gente urge y es materia de derechos humanos. La designación de un Administrador o Administradora con esta agenda y competencias es imperante. Esperamos que el gobernador Pedro Pierluisi y la Legislatura tomen acciones contundentes para garantizar el bienestar de todos y todas. Esto comienza con esta designación. Estaremos pendientes.

*El autor es Catedrático Auxiliar, Universidad de Puerto Rico Recinto de Mayagüez.