El sexo planificado y el espontáneo tienen beneficios en una relación de pareja, los que se deben tomar en consideración, al igual que las necesidades de cada persona.
Según la sexóloga Aisha Molina Calderón, no hay uno mejor que el otro, y aseguró que en una relación de pareja estable, ambas modalidades son necesarias para que haya un balance.
En este marco, la también sexopedagoga opinó que el exceso de lo planificado puede hacer al encuentro sexual lucir como una tarea más, pero, por otro lado, demasiado espontáneo puede hacerlo aparentar como un acto impulsivo.
En este marco, la sexóloga Ivelisse Bruno Ortiz coincidió con Molina Calderón al enfatizar en que todo depende del concepto que tengas de lo espontáneo o de lo planificado. Definió al sexo planificado como uno que requiere estructura o estrategia, donde se puede coordinar la hora, día o lugar. Mientras, el espontáneo ocurre sin plan alguno, “se fluye y se dejan llevar por el momento”.
Similarmente, Molina Calderón comentó que planificado tiende a haber una conversación respecto a los preparativos, como, por ejemplo, la hora, la preparación del ambiente, el incluir instrumentología sexual o actividades previas, como una cena, entre otros. Mientras, el encuentro espontáneo no se habla ni se planifica enteramente.
Bruno Ortiz añadió que muchas personas suelen pensar que prefieren lo espontáneo, pues no hay expectativas además que entra la curiosidad y la provocación. Sin embargo, indicó que, según la literatura, el placer o la satisfacción sexual puede ser la misma, sin importancia de la modalidad. El estudio señalado por Bruno Ortiz también encontró que los encuestados cuya pareja declaraba una preferencia por el sexo planificado, informaron una satisfacción sexual general más baja al inicio del estudio.
No obstante, Bruno Ortiz indicó que pueden haber elementos espontáneos en lo planificado y viceversa. Por ejemplo, se puede indicar previamente el día del encuentro, pero no la hora, el lugar ni los elementos añadidos para estimular, como aceites, velas, música, entre otros.
“Lo planificado no tiene que ser estrictamente calculado todo momento, ni tiene por qué caer en una monotonía, ni una acción sin emoción”, explicó.
A esto Molina Calderón agregó que puede que uno de los integrantes lo planifique, pero que para la otra persona esto sea espontáneo. Asimismo, destacó que, respecto a la creatividad sexual dentro de los encuentros, mientras más se estimulan las fantasias o se consume material erótico, más aumenta el líbido y la seguridad a la hora de tener sexo. Esto incluso incrementa la experiencia y creatividad sexual para futuras ocasiones.
Por otro lado, Molina Calderón indicó que hay que tomar en consideración los beneficios y las ventajas de cada modalidad, al igual que las necesidades de cada persona. Planificar los encuentros sexuales pueden crear sensaciones de anticipación y emoción de qué es lo que va a pasar, destacó. Igual, para muchas parejas con una vida muy ajetreada, la planificación puede ser útil para no perder la llama ni la intimidad sexual.
Mientras, la sexopedagoga sostuvo que en una investigación que realizó, en marzo de 2019, sobre las personas con diversidad funcional sexual, encontró que muchos tenían que planificar sus actos sexuales para poder tener mayor resistencia al acto y obtener mayor satisfacción. En uno de los casos estudiados, una persona con fibromialgia severa admitió tener que renunciar a las experiencias sexuales espontáneas. Este individuo confesó que antes de un encuentro sexual tiene que ahorrar energías para poder rendir y sacarle mayor provecho al momento.
Además, Molina Calderón aseguró que muchas de las parejas que planifican sus encuentros íntimos tienden a desarrollar mejor comunicación, pues hablan sobre lo que quieren experimentar, lo que desean hacer en el encuentro y cómo les gustaría ejercer el encuentro. “Estás dando el mensaje de que quieres priorizar los encuentros sexuales, aunque tenga falta de tiempo”, dijo.
De la otra parte, en lo espontáneo Molina Calderón entendió que protagoniza la autoestima, comodidad y seguridad sexual. “Es una señal de que te atreves a tomar la iniciativa, ser creativa y coger a la persona de sorpresa”, comentó.
En este marco, Bruno Ortiz subrayó que muchas veces, por esperar a que el sexo sea espontáneo o tener la dependencia de que este evento tenga que ser no planificado, se pierde esa intimidad sexual. Es importante reconocer la importancia de vincularse y tener estas interacciones sexuales, alertó al afirmar que si hay satisfacción en el acto, el cuerpo va a pedir más.
No deben dejarlo para lo último, como algo que se hace “si hay tiempo” o dejarlo para cuando ya se está demasiado agotada o agotado, recomendó Bruno Ortiz. Se debe dejar espacio a lo espontáneo, invitando a la creatividad, independientemente de que sea planificado. Se sabe que va a ocurrir, sin tener detalles sobre el evento.
Asimismo, especificó que se puede dejar lugar a conversar lo planificado, aunque sea espontáneo. Es decir, es espontáneo, pero se pueden sentar a dialogar sobre lo que son las intenciones versus las expectativas. De no ser así, se puede desconectar del presente y evitar el disfrute pleno de lo que realmente está pasando.