Perder la vida u ocasionar la muerte a otra persona a raíz de un accidente automovilístico es una situación que puede ocurrir en cualquier momento y que parece repetirse con cotidianidad en Puerto Rico. 

Los datos del Negociado de la Policía apuntan a que desde el 2006 los accidentes fatales en las carreteras anualmente superan las 200 muertes e incluso números más elevados, como fueron 508 fallecimientos reportados en el 2006, siendo personas entre 20 a 60 años las que más fallecen por factores como el manejo negligente, el exceso de velocidad, los efectos de bebidas embriagantes, el no uso de cinturón de seguridad, entre otros.

En Puerto Rico más del 80 ciento de las fatalidades en la vía pública están relacionadas a la velocidad, de acuerdo con el director ejecutivo de la Comisión para la Seguridad en el Tránsito (CST), Luis Rodríguez Díaz.

Hasta noviembre de este año se había reportado 243 muertes en las carreteras, 78 menos que para la misma fecha del 2021, detalló Rodríguez Díaz en entrevista con Es Mental.

No obstante, noviembre finalizó con tres muertes fatales en San Juan y Dorado por un aspecto poco común; ciudadanos manejando contra el tránsito, lo que llama la atención pública y de los sectores a cargo del tema. A estos se le vincula, una vez más, el guiar un auto bajo los efectos de bebidas alcoholizantes.

“Este año se han reportado 7 casos de accidentes por guiar contra el tránsito, de esos alrededor de 3 fueron en noviembre. El 98 por ciento están relacionados al uso de alcohol”, aseguró el portavoz de la CST.

Otra fatalidad que llama atención de la Comisión es el accidente ocurrido en la celebración del Día de Acción de Gracias, en el que perdió la vida un joven de 21 años de Hatillo luego de ser impactado por una persona que rebasó un semáforo en rojo, por tratarse de una tragedia en el comienzo de la época festiva.

Rodríguez Díaz resaltó que en la mayoría de las fatalidades no necesariamente muere el conductor negligente, sino quien guiaba de manera responsable.

“Nosotros no queremos que nadie muera, ni el conductor, ni el pasajero ni el otro conductor que está en la vía pública, sino queremos que todo el mundo respete la ley y salvaguardar las vidas”, mencionó. 

Sobre los accidentes viales, este año la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dedicó una asamblea general para compartir datos que alarman y hacen considerar el problema como “una epidemia silenciosa y ambulante”, de acuerdo con su secretario general, el portugués Antonio Guterres.

La ONU estima que los accidentes de tránsito anualmente acaban con la vida de 1.3 millones de personas en el mundo, sobre 50 millones heridas de gravedad en el mundo cada año y que estos son la primera causa de muerte entre niños y jóvenes. 

“Se trata de una tragedia más que inaceptable, puesto que muchas de estas muertes se pueden evitar”, compartió Guterres. 

Con la llegada de las festividades, en el cual muchos no siguen las normas de tránsito relacionadas a la velocidad y el uso de alcohol mientras se maneja, Rodríguez Díaz pidió a los ciudadanos ser responsables y no poner en juego su vida ni la de los demás.

Hizo énfasis en que los esfuerzos de la Comisión incluyen a la Policía estatal y municipal en las calles y que este año han reportado más de 3 mil arrestos por conductores ebrios.

“Nuestro mensaje para todos los puertorriqueños durante esta época navideña es que todo lo que vayamos hacer lo hagamos de forma responsable, sobre todo cuando vamos a asumir el control del volante. Es importante que no se conduzcan en estado de embriaguez; y si va a consumir bebidas alcohólicas, que de manera planificada haya un conductor designado o alternativas como transporte alterno”, expuso. 

“Evite tener un mal rato con la ley, podría enfrentar consecuencias legales, porque guiar borracho es un crimen o, sobre todas las cosas, evite perder su vida o impacte de manera permanente la vida de toda una familia inocente. Todo esto se puede prevenir”, concluyó.