Nota de la editoraEste es el tercer reportaje de una serie sobre los perfiles de personas que, a pesar de las dificultades o adversidades que han enfrentado en sus vidas, han perseverado y decidido luchar. Busca el siguiente reportaje de la serie el próximo lunes en esmental.com.

Yo estuve muerto, me revivieron con desfibrilador. El doctor le dijo a mi mamá que si yo pasaba esa noche, iba a ser un guerrero toda la vida”, así detalla el comunicador, Juan José Barragán Cortés, las complicaciones de parto que vivió su mamá y que provocaron que, junto a su hermano gemelo, perdieran una cantidad significativa de oxígeno al nacer y, posteriormente, se le diagnosticara perlesía cerebral espástica.

Y es que la madre de Juan José y Alejandro José nunca imaginó que su proceso de parto se convertiría en una serie de eventos que casi atentan con la vida de sus bebés. 

La perlesía cerebral de diplejia espástica afecta al 80 por ciento de las personas con este diagnóstico y, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, se caracteriza por rigidez muscular, principalmente en las piernas. Los pacientes con diplejia pueden tener dificultad para caminar por causa de sus implicaciones en los músculos de la cadera y piernas.

Existen cuatro tipos de perlesía cerebral, entre ellas la diplejia espástica, hemiplejia, hemiparesia espástica y la cuadriplejia y/o cuadriparesia espástica. 

“En el momento en el que mi mamá era trasladada, la ambulancia se quedó varada en el peaje de Arecibo. En ese proceso, en lo que llegamos, perdimos oxígeno. Yo me quedé sin oxígeno y ahí, básicamente, me morí. Me revivieron y obviamente ambos nos vimos afectados, pero mi hermano está más comprometido que yo”, contó el joven de 27 años.

El comunicador conoce muy bien que ningún diagnóstico puede definir la vida de alguien y, pese a los retos físicos y emocionales que ha experimentado casi toda su vida a raíz de la terapia física y ocupacional, la perlesía cerebral no lo ha limitado a la hora de lograr sus sueños. 

Y es así que su anhelo de estudiar en la Escuela Juan José Osuna, especializada en producción de radio y televisión, cuando apenas estaba en noveno grado se hizo realidad. Gracias al apoyo de sus padres, quienes tampoco creen en los límites, Barragán Cortés logró superar todos los obstáculos con los que se topó en ese momento. 

“Obviamente era un reto, por mi dificultad al moverme. Para estar en los medios, cuando te refieres a trabajo técnico, tenía que estar expuesto. Para mí fue mi una gran escuela, igual que SER de Puerto Rico, porque me hicieron entender cómo era el mundo real y tuve que acostumbrarme”, contó. 

En esta escuela vivió su primera experiencia como practicante en WIPR, Canal 6 y, además, fue galardonado como “Practicante del Año”.

De igual forma, reconoce que la perseverancia forma parte de su vida desde su nacimiento. Describe que esto fue aprendido desde su crianza, ya que sus padres siempre lo motivaron a “exponerse” a experiencias, deportes y oportunidades. 

“Ellos me inculcaron el ser independiente y, asimismo, a la perseverancia”, dijo.

Añadió: “Yo soy la perseverancia, pero también todas las personas que vivimos con diversidad funcional en Puerto Rico y en el mundo. Nada nos detiene a ser funcionales, dentro de nuestra diversidad”, sostuvo. 

De la escuela superior, Barragán pasó a la transición de la vida universitaria. Esta vez en la Universidad del Sagrado Corazón, espacio en el que asegura se ha educado desde una mirada holística y multisectorial.  

En la institución culminó un bachillerato en Relaciones Públicas y en junio obtuvo su grado de maestría. 

“Yo creo que un comunicador debe ser de mente abierta para trabajar en distintos temas. Sagrado me enseñó el aspecto holístico y multisectorial del aprendizaje”, puntualizó. 

Barragán se caracteriza por su espíritu de lucha y es por eso que, entre sus metas a corto plazo, aspira a ejercer como comunicador en Puerto Rico. 

“Yo sé que se va abrir la puerta, es cuestión de seguir tocándola. Yo me siento pleno, porque tengo el amor de mis amigos y mi familia, ¿qué mejor que eso?”, finalizó.