Uno de los problemas principales al discutir la sexualidad de una persona con una infección de transmisión sexual (ITS), es la desinformación, los prejuicios y la falta de una educación sexual correcta.

Así lo expresó la sexóloga Zaida Lorenzo Vargas al explicar que tener una ITS no es el fin de la sexualidad.

En el caso de una joven entrevistada por Es Mental, cuya identidad permanecerá anónima, descubrió que tenía herpes bucal luego de iniciar sus años en la universidad y tener relaciones sexuales con una nueva pareja, persona que desconocía que tenía la infección.

“Un día me di cuenta de que él tenía una úlcera en su boca. Le pregunté, pero él no mostró mucho interés y dijo que era un golpe o un barrito”, explicó.

Una tarde, luego de un día de exámenes, ansiedad y mala nutrición, la estudiante fue a la playa a coger sol. Al llegar a su casa, le surgió una fiebre alta que no cesaba, contó.

A pesar de que inicialmente pensó que se podía tratar de deshidratación e insolación tras el día de playa, la situación la llevó a buscar ayuda médica y le diagnosticaron herpes bucal tipo 1.

Según la estudiante, su reacción fue hacerle el acercamiento a su pareja sobre la infección. Sin embargo, aseguró que, a pesar de que le había visto el herpes manifestado en el área de la boca, hasta el día de hoy, la persona niega tener la infección y se abstiene a hacerse una prueba de ITS.

La sexóloga Lorenzo Vargas sostuvo que es normal que las personas, al ser diagnosticadas, pasen por un periodo de negación. Incluso, destacó que muchas personas, por el miedo de resultar positivas a un ITS, evitan acudir a servicios médicos, lo que pone en riesgo a las parejas.

Advirtió que, como repercusión de no cuidarse ni atenderlo, una infección de transmisión sexual puede exacerbar trastornos de salud mental o complicaciones de salud física. Añadió que, al tener una ITS, la persona es más susceptible a desarrollar otras infecciones de la misma naturaleza. Por esto, destacó que, a menudo, las personas, al ir al médico tienen más de una ITS.

Por su parte, el profesor de sexología e ITS, Adalid Castro Carreras, coincidió con Lorenzo Vargas y destacó que las infecciones, de no ser atendidas, también pueden afectar el sistema reproductivo.

Según datos del Departamento de Salud (DS), al 2019 había 7 mil personas con una ITS en Puerto Rico.

¿Cómo una ITS cambia la vida sexual de una persona?

A pesar de que la joven describió que, en su caso, la mayor incomodidad de su enfermedad ha sido el discrimen social e informarles a sus parejas sobre su infección, el impacto en la vida sexual de una persona depende del tipo de infección, de acuerdo a los profesionales entrevistados.

Según la también sonogramista Lorenzo Vargas, en Puerto Rico las infecciones más comunes son el herpes y sus distintas variaciones, la clamidia, la gonorrea y el virus del papiloma humano.

Castro Carreras, que es una persona que vive con HIV positivo, especificó que, de tratarse de una enfermedad de transmisión sexual con cura como lo es la gonorrea y la clamidia, la recomendación médica es abstenerse de tener relaciones sexuales para proteger a la otra persona. Sin embargo, especificó que, de tener una ITS sin cura, existen tratamientos que reducen el nivel de contagio.

Por otro lado, en el caso de infecciones como el herpes, enfermedades que se activan y desactivan, detalló que se debe tener relaciones sexuales o interacciones íntimas solo cuando no está activa la enfermedad.

Ambos expertos aseguraron que el profiláctico no garantiza que una persona no se infecte con una ITS, pues no cubre todas las áreas del cuerpo que pudiesen tener bacterias.

La también experta en sexopedagogía Lorenzo Vargas afirmó que se debe de hablar con la pareja sobre la infección y buscar información adicional para estar correctamente educado o educada sobre la misma.

Explicó que es esencial ser muy cuidadoso con la limpieza de sus partes íntimas y estudiar cuáles son los mejores productos o métodos para cuidarse. Ejemplificó que usar los jabones sin aroma y evitar el uso excesivo de toallas íntimas es importante para no causar un brote de la infección.

La Clínica Mayo detalló en un informe que, aunque hay ITS que no presentan síntomas o repercusiones físicas, en la mayoría de los casos se presentan úlceras, irritación, fiebre, secreción, ardor, flujo o sangrado vaginal inusual, dolor durante relaciones sexuales y en la parte inferior del abdomen, lo que también pudiese afectar el tener relaciones íntimas.

Castro Carreras describió que, a raíz de la incomodidad y la ansiedad que provoca una ITS, la persona puede tener menos deseo sexual, pueden relucir problemas de disfunción eréctil y puede perder las ganas de querer conocer a otra persona e iniciar una relación.

Dijo que, de tener temor a informarle a su pareja sobre su infección o enfermedad, muchas personas ignoran su deseo sexual y se abstienen de tener relaciones o una vida sexual placentera.

De la misma forma, Lorenzo Vargas dijo que, entre sus pacientes, los efectos más comunes que ha podido constatar son el aislamiento social, depresión y miedo.

Añadió que, entre sus pacientes, muchas personas acogen otro tipo de práctica sexual como la masturbación y los juguetes sexuales. No obstante, mencionó que no es una solución efectiva, pues también se quiere generar sentimientos y compartir su sexualidad con alguien.

Tanto la estudiante como los expertos aseguraron que, por la desinformación y los prejuicios existentes, las personas son poco empáticas al enfrentar estas infecciones o a una persona con una ITS.

Castro Carrera indicó que la educación sexual, la sociedad y los padres o encargados también pueden proveer información errónea sobre las ITS y demonizar la sexualidad, lo que le añade un sentido de culpa a las personas al ser diagnosticadas.

“Se asume que por tener un ITS es una persona promiscua, que no se cuida, que es prostituta. Sin embargo, todos somos seres sexuales, por ende, una ITS le puede dar a cualquiera”, concluyó.