Aunque la integridad física y emocional de cada ser humano es indispensable, el tema de la salud mental continúa siendo un área con fallas en la intervención de los casos por parte de las agencias pertinentes y de la cobertura mediática, coinciden profesionales de la salud mental. 

Un ejemplo de esto, podría ser el más reciente caso de una joven madre, vecina de Canóvanas, Celivelys Rivera Santiago, quien fue reportada como persona desaparecida por su esposo, el que además dijo que la joven enfrentaba depresión posparto. La depresión posparto una situación de salud mental cuyos síntomas pueden ser experimentados por 1 de cada 7 personas gestantes. 

Tras dos días desaparecida y una Alerta Ashanti activa, las autoridades dieron con el paradero de Rivera Santiago el lunes en la mañana. Pero, la intervención de las agencias no protegió a esta joven y, por el contrario, los medios de comunicación buscaron captar con urgencia el momento exacto del rescate.

Lo que para la presidenta de la Asociación de Psicología de Puerto Rico, la doctora Patricia Landers Santiago, es una situación que no debería continuar repitiéndose, ya que los casos de salud mental no deben atenderse como criminales.

“Hay una tendencia de atender casos de salud mental de la misma manera en la que se atienden casos criminales. La persona que tiene un diagnóstico de salud mental no es un criminal”, expuso la doctora.

Recordó que si son casos en los que una persona estuviese experimentando psicosis-un estado en el cual la persona pierde contacto con la realidad y puede vivir alteraciones sensoperceptuales, como alucinaciones y reacciones de agresividad o violencia- es importante que en las intervenciones participen profesionales con conocimiento en cómo se maneja este diagnóstico. 

“Más aún cuando la persona lleva días desaparecida, sin comer, y se encuentra en medio de una zona boscosa”, señaló. 

Dificultan la respuesta salubrista

La doctora Bárbara Barros Cartagena, psicóloga clínica, reconoció que la Policía cuenta con los roles necesarios para llevar a cabo una intervención adecuada, sin embargo, la forma en la que los medios de comunicación y algunos ciudadanos sobrepasaron el perímetro de la escena para grabar, dificultaron la respuesta salubrista.

“Faltaba que se metieran con la cámara a la ambulancia. Como psicóloga clínica fue mi frustración y coraje, eso no aporta nada, y a mí entender lo que dio a entender que el manejo no fue adecuado”, sostuvo Barros Cartagena. 

Estoy clarísima del rol de la prensa y los medios de comunicación, pero es importante también tener presente que se puede informar sin faltar a la empatía y la sensibilidad”, agregó. 

Apuntó a que las imágenes fueron poco sensibles y se filmó, además, a la joven estando bajo un estado físico que reproduce estereotipos y prejuicios sobre salud mental.

La depresión posparto es uno de los diagnósticos que más prejuicios tiene y con estereotipos errados. La gente cree que una mujer con depresión posparto es la que asesina bebés y esto no es así, además de que en el periparto hay más desórdenes del estado de ánimo’’, afirmó. 

Coincidiendo con esto, la doctora Cristina Rodríguez Rivera dijo que se pudo haber hecho una intervención salvaguardando el bienestar y la dignidad de la ciudadana, particularmente por la forma en la que fue expuesta, y que a su vez puede traer consecuencias a su recuperación.

“Esto nos debes servir de experiencia para que se puedan trabajar protocolos y adiestramientos al personal de la policía, manejo de emergencias, la prensa y otras agencias sobre cómo trabajar en este tipo de casos, particularmente si son de salud mental, porque no se nos puede olvidar que estamos hablando de la vida de otro ser humano”, compartió. 

“No podemos deshumanizarnos por tener una cobertura y dejar de tener en consideración las repercusiones que puede haber para la persona en su contexto, vida social y salud emocional”, puntualizó. 

Rodríguez Rivera hizo un llamado a la conciencia y reconocer que hay momentos en los que, definitivamente, se debe saber apagar la cámara y respetar la vulnerabilidad de cada persona. 

Los tabúes sobre la salud mental

Por otra parte, la psicóloga Milca Felipe aseguró que es momento de derrumbar los prejuicios existentes en Puerto Rico sobre las situaciones que se vinculan a la salud mental. 

“Todavía en pleno 2023 existen tabúes y mucho desconocimiento sobre la importancia de mantener una buena salud mental. Muchas personas sienten vergüenza en buscar ayuda debido a esos mismos prejuicios y piensan que serán juzgados como débiles o incapaces”, sostuvo. 

No dejó de un lado  la ética profesional  por la cual debe regirse cada agencia pertinente en estos casos y que, aunque se hable de que la intervención pudo ser de una forma diferente, la misma no puede darse de la nada.

Recomendó, al igual que las otras profesionales, que existan las herramientas y el adiestramiento preciso a quienes trabajan en el área del servicio público, pues son los que mantienen contacto diariamente con los ciudadanos del País. 

La Asociación de Psicología de Puerto Rico, a través de su actual presidenta, hizo un llamado a la prudencia por parte de los medios de comunicación y respeto por las personas que se encuentren en estados de vulnerabilidad.

“El caso de esta joven es uno que se suma a la larga lista de casos relacionados a problemas de salud mental que todos los días captan la atención del pueblo a través de la prensa. Pero hay miles de casos más que siguen sucediendo tras bastidores. El tema de la salud mental en Puerto Rico debe atenderse y trabajarse diariamente’’, finalizó.