Ante una alarmante tasa de muerte relacionada con el cáncer de próstata y una alta prevalencia de esta enfermedad en Puerto Rico, hacerse las pruebas necesarias al llegar a la edad recomendada es vital para el paciente.
El cáncer de próstata es el segundo en prevalencia luego del cáncer de la piel entre los hombres. En el caso de los puertorriqueños, cuentan con una alarmante tasa de muerte relacionada con el cáncer de próstata que ronda el 18 por ciento. Mientras, la prevalencia de la enfermedad es de alrededor de 40 por ciento.
“La tasa de mortalidad es alta, pero es de los pocos cánceres que si se coge a tiempo se puede curar por completo”, explicó el urólogo Francisco Capó a Es Mental.
Añadió que “los que tienen historial de cáncer de protesta en la familia, tíos, abuelos, lo que sea, tienen 10 veces más oportunidad de tener cáncer que los que no. A esos les recomendamos que desde los 35 años se chequeen. La población normal, desde los 40”.
El Dr. Capó recomendó no esperar más de ese tiempo, ya que “cuando el cáncer de próstata viene a dar síntomas ya es tarde por las metástasis”.
Existen varias pruebas para detectar la condición, como la de antígeno prostático específico, que se hace con una muestra de sangre. Si ese antígeno está elevado, tal vez pueda ser indicio de cáncer, por lo que se realizarán pruebas adicionales porque hay otros elementos que provocan su aumento, como medicamentos, infección en la próstata o su agrandamiento. Procedería el examen más común, que es el de tacto rectal, al que deben someterse todos los hombres adultos.
También hay una prueba en espera de aprobación para su comercialización que analiza la orina para detectar posible cáncer de próstata.
“No es que le tienen miedo (a hacerse la prueba) es que se les hace difícil pensar que puedan tener un examen rectal y eso realmente es una tontería”, afirmó.
Aunque existan esas pruebas de sangre u orina, para Capó es realmente importante realizar el examen de tacto rectal.
En caso de un diagnóstico de cáncer, los médicos observan constantemente los síntomas y algunos requerirían cirugía para extirpar la próstata, radioterapia (interna o externa), crioterapia para congelar y destruir las células cancerosas y la quimioterapia, entre otras opciones enumeradas por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Aunque algunos hombres no presentan ningún síntoma, otros pueden experimentar dificultad para comenzar a orinar, flujo de orina débil o interrumpido, dificultad para vaciar la vejiga por completo, dolor o ardor al orinar, sangre en la orina o el semen, dolor al eyacular, entre otros. Esos indicios no necesariamente significan que se trate de cáncer de próstata, pero levantan bandera para que se realicen las pruebas necesarias, según los CDC.
La edad es un factor importante que levanta bandera y obliga a que todos los hombres se hagan los exámenes de rigor para identificar, atender o prevenir esta enfermedad. Además, hay factores de riesgo adicionales causados por cambios genéticos heredados.
Por ejemplo, los CDC indican que hay más riesgo si tiene algún “pariente de primer grado (padre, hijo o hermano) que tuvo cáncer de próstata, si la persona tuvo un diagnóstico de cáncer de próstata cuando tenía 55 años o menos, o si recibió un diagnóstico de cáncer de próstata y otros miembros de su familia han recibido un diagnóstico de cáncer de mama, ovario o páncreas”.
“En los Estados Unidos, de cada 100 hombres, cerca de 13 tienen cáncer de próstata en algún momento de su vida, y entre 2 y 3 de ellos mueren por ese tipo de cáncer», indican los CDC. En Puerto Rico esos números son mucho más altos.
La Ponce Health Sciences University, que investiga la prevalencia y mortalidad por cáncer de próstata en puertorriqueños, establece que datos del Registro Central de Cáncer de Puerto Rico, reflejan que el cáncer en la próstata es el tipo de cáncer más diagnosticado (40%) entre los hombres del País y la causa principal (18%) de mortalidad de cáncer en hombres. No sólo la incidencia es alarmante, sino que la tasa de muertes a consecuencia del cáncer de próstata es más alta entre los hispanos puertorriqueños que en cualquier otro grupo de hispanos en los Estados Unidos.
Los datos para el 2018 son los más recientes y establecen un rango de que 153.8 de cada 100,000 hombres padecían cáncer de próstata en la isla ese año.