“Tener clases virtuales es como aprender uno solo, es como sentarme a ver un vídeo de YouTube y aprender”, así expresó Xiomarie Inés Ayala, estudiante del Sistema Universitario Ana G. Méndez de Barceloneta, ante su frustración con el “regreso” a clases presenciales.
Ayala, quien cursa su segundo año de bachillerato en Tecnología Veterinaria, como muchos, comenzó sus estudios presencialmente por un corto lapso de tiempo.
“Por lo menos a mí se me hacía un poco complicado (las clases virtuales) porque mi Déficit de Atención no me permitía concentrarme muy bien en las clases. Pero, en general, los profesores se las ingeniaron” explicó.
El Sistema Universitario Ana G. Méndez comenzó sus clases el lunes, 17 de agosto de manera remota, con la excepción de algunas sesiones presenciales, según un comunicado.
La joven detalló a Es Mental que, a pesar de que la universidad dio una extensa promoción de regreso a clases, a quien únicos permiten presencialmente en su campus es a los estudiantes que toman laboratorios. La estudiante explicó que las clases teóricas se quedarán en el sistema virtual o híbrido.
“Siempre y cuando sea necesario que estemos en la universidad pues iremos, pero mientras podamos hacerlo virtualmente nos vamos a quedar así. Al menos así no han indicado los profesores que he tenido”, sostuvo.
Cabe recalcar que estos estudiantes deberán estar completamente vacunados para poder visitar los laboratorios del campus.
“En mi caso, que estoy estudiando tecnología veterinaria, a mí no se me haría fácil tomar una práctica online, que mi profesora me diga: ‘Vas a practicar cómo ponerle un ID a un animal en tal vena y lo vas a practicar con un peluche’. Eso para mí es inútil porque el peluche no sufre, yo no sé si estoy haciendo las direcciones correctas por que no tengo a alguien que me esté mirando ahí directo. Eso no me agradaría y sí reclamaría por tener las clases presenciales porque son importantes y así lo requieren ”, expresó Ayala.
Mientras estuvo en la modalidad online, la estudiante tomó un laboratorio simulador de microbiología, lo que describió como entretenido, pero aburrido pues “uno hace las cosas por hacerlas y el empeño que uno le pone no es el mismo”.
En Puerto Rico se comenzó a observar una baja en la positividad de casos de COVID-19 entre los meses de mayo y principios de julio. Por consiguiente, las principales instituciones comenzaron con una considerable promoción para regresar a clases.
Por ejemplo, el pasado 17 de junio, el expresidente de la Universidad de Puerto Rico, Jorge Haddock, anunció a través de todas las redes sociales el inicio de clases presenciales en las 11 unidades, con sus respectivas fechas. Sin embargo, la realidad es otra.
Fabiana Marini, presidenta del Consejo General de Estudiantes (CGE) de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP), explicó que al menos en el recinto son muy pocos los cursos que se están ofreciendo de forma presencial.
“Nosotros los estudiantes aquí en la universidad tenemos unas dinámicas sociales bien importantes en nuestro desarrollo y ante la ausencia de esta pues se hace un tanto difícil manejar la situación. Hay un componente social que es inherente a la naturaleza de la universidad, que no tenemos por la pandemia”, añadió.
Por su parte, la Universidad Interamericana de Puerto Rico estableció desde abril que estaban trabajando con las infraestructuras y salones para poder tener de regreso a los estudiantes.
El recinto Metro de la Universidad Interamericana de Puerto Rico comenzó el pasado 4 de agosto con 2,700 estudiantes vacunados que dijeron sí a las clases presenciales.
Un artículo del periódico El Nuevo Día detalló que el presidente de la Interamericana Manuel Fernós, expresó que fue un logro el inicio en la modalidad híbrida donde los alumnos tienen la opción de elegir si regresan al salón o se mantienen remoto.
La nueva realidad ante clases virtuales
Los escenarios anteriormente mencionados son la nueva realidad de miles de jóvenes universitarios en Puerto Rico.
La presidenta del CGE del Recinto de Río Piedras expresó que las dinámicas de estudio se ven alteradas completamente, mayormente con los estudiantes de nuevo ingreso.
“Los estudiantes de nuevo ingreso no tienen esa interacción con sus compañeros y, entonces, es un cambio bien fuerte, y de escuela superior a universidad hacerlo solo debe ser muchísimo más fuerte”.
Actualmente en Puerto Rico, las escuelas públicas y colegios están en la modalidad presencial, con incluso niños menores de 12 años, que aún no están en el rango de edad para ser vacunados. Sin embargo, los jóvenes universitarios, los cuales sí están aptos, continúan remotos e híbridos.