En Puerto Rico, actualmente el 80% de los casos secuenciados en la vigilancia genómica de COVID-19 pertenecen a la variante denominada como Delta, la que junto a la Alfa están siendo descritas como aquellas que podrían causar una enfermedad de mayor severidad, según la epidemióloga Roberta Lugo Robles.
Además, la vigilancia genómica ha mostrado que hay sobre 8 variantes del COVID-19 en la Isla, agregó la experta.
Estas variantes son: Iota, originada en Nueva York; Alfa, del Reino Unido; Delta y Kappa, de India; Gamma y Zeta de Brasil; Épsilon, Eta de California, y Beta, de Sudáfrica.
La epidemióloga recordó que las variantes se han desarrollado de manera evolutiva y a través de mutaciones como un esfuerzo de sobrevivencia de parte del virus que intenta adaptarse para ser más competente y poder continuar su replicación e infección en el hospedero. Agregó que cada variante contiene mutaciones que las diferencian.
Variantes existentes
De acuerdo con los informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las variantes se dividen entre aquellas de interés y las de preocupación.
Entre aquellas de preocupación quedan listadas Alpha, Beta, Gamma y Delta, que son las más conocidas y predominantes en las estadísticas mundiales. Mientras, las menos conocidas la Eta, Iota y Kappa son clasificadas como variantes de interés.
Sin embargo, en el caso de la variante Zeta y Épsilon, inicialmente fueron clasificadas como de interés, pero, actualmente, quedan listadas como aquellas variantes que se deben continuar monitoreando porque su “impacto epidemiológico” aún no le queda claro a muchos expertos.
Un informe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) titulado Los aspectos principales que se deben de saber sobre las variantes se puntualizó que todas las pruebas de COVID-19 pueden detectar cada una de las variantes, pero no se le informa a la persona cuál variante tiene.
Por otro lado, aunque la bióloga molecular Marielis González Cotto admitió que hay estudios que apuntan al surgimiento de síntomas diversos entre las variantes, aseguró que, según su experiencia, se presentan los mismos síntomas.
Sin embargo, hizo hincapié en que, a pesar de que son los mismos síntomas, aquellos predominantes o los que más se exacerban a través de la enfermedad varían de acuerdo con la variante.
En el caso la variante Delta, la más frecuente entre los casos actuales, González Cotto señaló que, al compararlo con la primera variante llamada COVID-19, esta tiene un proceso de incubación más largo y un periodo de transmisión más rápido.
Eficacia de la vacuna ante las nuevas variantes
La vacuna aún tiene la misma eficacia ante todas las variantes, puntualizó González Cotto.
Sin embargo, estableció que la efectividad de la vacuna depende de cuán alta es la transmisión comunitaria, cuántos estén vacunados, entre otros factores que reducen el riesgo de contagios.
Mientras, recordó que la vacuna no protege a las personas de contagio, sino que del desarrollo de la enfermedad severa. Al tener las defensas y no desarrollar la enfermedad de manera grave, el tiempo en el que el virus está en el sistema de una persona se reduce. Como consecuencia, el periodo en el que puede contagiar a otras personas, también, es menor, lo que contribuye a disminuir la transmisión en la población.
Sin embargo, existen estudios, como el realizado por el Departamento de Bioquímica en la Universidad de Washington, que apuntan que la variante Épsilon pudiese potencialmente evadir los anticuerpos creados por la vacuna.
Por su parte, Robles Lugo definió a los casos estudiados en esta indagación como infecciones eruptivas (también conocidas como «breakthrough infections»), pues el virus rompió la barrera protectora que proporciona la vacuna. No obstante, describió a estas transmisiones post vacunación como raras o mínimas en comparación a las personas que se infectan, generalmente, por no estar vacunadas.
Por esto, aseguró que la medida de seguridad más efectiva es estar vacunados. Sin embargo, estableció que no es el único paso preventivo que se debería de considerar.
No obstante, matizó que la misma debe ser acompañada por una educación en salud y un adiestramiento en cómo practicar las medidas cautelares. Explicó que, según su criterio, el error principal del DS fue llevar el mensaje que las vacunas llegaron para “resolverlo todo”.
Medidas de prevención contra el contagio
Ambas expertas establecieron que se deben seguir las mismas medidas de prevención para protegerse ante cualquier variante.
Aunque González Cotto recordó que, de estar en un espacio privado, el riesgo de contagio depende de cuántas del grupo estén vacunadas, matizó que se deben evitar los espacios cerrados y conglomeraciones de personas.
Como la variante Delta es más contagiosa que la original, y, a su vez, ser la más frecuente entre las estadísticas de los contagiados, la experta aseguró que las personas están en mayor riesgo.
Mientras, la vacunación, mascarilla, lavado de manos y distanciamiento social son las medidas más importantes, según Lugo Robles.
Por su parte, el mismo informe de la CDC coincidió con Lugo Robles al precisar que la mejor manera de evitar el surgimiento de nuevas variantes es con la vacunación.