Mañana miércoles a las 3:00 pm estaremos conversando por Facebook Live con Yankiel Rivera, boxeador olímpico, y con el Dr. Lino Hernández Pereira, psicólogo clínico deportivo, sobre los retos y beneficios del deporte gracias al apoyo de FHC First Healthcare. ¡Sintoniza a través del Facebook de Es Mental o de FHC – Salud Mental!

Yankiel Rivera es un joven deportista con metas claras. Su enfoque, además del apoyo de su familia, han sido pieza clave para mantenerse concentrado, a pesar de los retos que ha vivido durante su carrera.

Hoy día, el boxeador de 23 años y natural de Bayamón celebra haber clasificado para los Juegos Olímpicos de Tokio, donde representará a Puerto Rico. Al momento, Rivera es el único atleta de boxeo en clasificar para este evento que se celebrará a finales de julio y principios de agosto de este año.

“El boxeo es un deporte bien fuerte, es bien sacrificado y sí hay veces que uno piensa en retirarse, ya sea porque uno está cansado. También surgen decisiones en los combates que no deben ser las correctas y eso frustra al atleta”, sostuvo Rivera sobre el deporte que practica desde que tiene 15 años.

El joven aseguró que el apoyo de sus padres ha sido fundamental para mantenerse enfocado y dejar los retos mentales a un lado.

Uno de estos retos, según contó a Es Mental, fue en medio de la pandemia, cuando pensó en debutar e irse al profesionalismo porque estaba cansado de que las clasificatorias se cancelaran una tras otra.

“Eso te cansa, porque tú estás constantemente entrenando, entrenando, entrenando. Nosotros tenemos que hacer el peso, hacer la dieta, que eso de por sí te pone de mal humor”, confesó.

Su madre le insistió que se mantuviera firme.

“Me dijo si ya te has sacrificado tanto que esperes cinco o seis meses no es nada. Y le hice caso y gracias a ella estoy aquí hoy día y tengo la clasificación olímpica”, sostuvo.

El joven también confesó ponerse ansioso al momento de tener que clasificar para un evento deportivo, ya que él mismo se pone la presión de que tiene que clasificar para no defraudar a su familia y fanaticada.

Sumado a estos retos, Rivera también enfrenta la enfermedad de su padre, según contó. Lamenta que en dos ocasiones haya tenido que viajar por sus compromisos en el deporte dejando a su padre, quien tiene una condición de salud avanzada, en el hospital.

“Me considero que soy fuerte mentalmente, pero obviamente te afecta, pero yo trato de concentrarme en lo más que pueda”, dijo el joven.

El Dr. Lino Hernández, psicólogo clínico deportivo, aseguró que los atletas tanto profesionales como aficionados pueden enfrentar las mismas dificultades que cualquier ser humano, como situaciones de familia, de pareja o económicas.

Dijo que estas circunstancias deben ser atendidas bajo un enfoque de bienestar en salud mental para que las ejecutorias y metas del atleta no se vean afectadas. Agregó que el atleta debe conseguir un balance entre sus responsabilidades personales y sus responsabilidades deportivas, ya que muchas veces se desbalancean a través del tiempo, según ha visto en su práctica.

Recalcó la importancia de que el psicólogo deportivo también pueda trabajar otras áreas de salud mental con los atletas, ya que por lo general trabajan con el aspecto del desempeño y las ejecutorias solamente.

“Yo creo, en mi opinión, que muchas veces el aspecto psicológico del atleta se queda rezagado o no es visto importante. Quizás como el factor técnico o táctico de los deportes”, sostuvo el psicólogo clínico deportivo.

Dijo que muy pocos equipos deportivos tienen a un psicólogo en su plantilla, aunque hay la excepción en algunas federaciones.

Rivera contó que la Federación de Boxeo sí cuenta con un psicólogo, que en su caso personal le ha dado la ayuda necesaria para continuar con sus compromisos en el deporte, a pesar de su situación personal con su padre.

“En otros países, el psicólogo deportivo se encuentra insertado desde edades tempranas y hasta equipos profesionales, aquí en Puerto Rico todavía no”, lamentó Hernández Pereira.

Los beneficios del deporte

Rivera contó a Es Mental que su padre fue quien comenzó a entrenarlo en su casa para sacarlo de las peleas que tenía constantemente en la escuela. Su padre le dijo que para estar peleando en la escuela, mejor lo hiciera en un ring de boxeo, recordó.

“Por eso yo tengo un sello en el pantalón que dice ‘hecho en la marquesina’”, sostuvo.

Luego, al entrenar en el gimnasio, le advirtieron que sus manos pasaron a ser armas.

“Yo no puedo estar por ahí peleando como lo hacía antes. Y de hecho, desde que empecé en el boxeo nunca he tenido problemas con nadie, ni he peleado con nadie, fuera del deporte”, aseguró.

Rivera comenzó en el boxeo cuando tenía 15 años, en un torneo en Caguas. Luego, al año, quedó campeón nacional juvenil y viajó por primera vez de modo internacional a Quito, Ecuador. Siguió entrenando y se hizo campeón nacional adulto. Ha participado en los Juegos Centroamericanos en el 2018 y en los Panamericanos en el 2019.

Entre sus planes futuros y luego de las Olimpiadas, figura pasar a tener una carrera como profesional y dar lo mejor de sí para hacerse campeón del mundo, dijo.

El psicólogo clínico deportivo definió el deporte como una forma de la sociedad de mantener o crear espacios saludables y de cohesión ciudadana. Dijo que a través del deporte, comenzando en el juvenil, se pueden inculcar muchas de las cosas positivas que se quieren ver en los ciudadanos para que sean ejemplos para la sociedad.

“Que puedan ayudar a los más necesitados, a crear pensamiento crítico, a tener paciencia o control de emociones ante una adversidad. Todos esos elementos que se pueden traducir en una vida plena de ciudadanía, el deporte te lo puede brindar.

Por eso, reiteró la importancia de que los psicólogos del deporte puedan llevar el mensaje adecuado los jóvenes desde que están en ligas preparatorias y no solamente el mensaje competitivo.

«Lo que queremos es que estos jóvenes puedan desempeñarse adecuadamente en el deporte, pero que esos conocimientos y esas destrezas se apliquen a un país o a una meta ciudadana donde podemos transformar a nuestro Puerto Rico”, concluyó Hernández.